Actualmente, la tecnología juega un papel muy importante en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Nuestros alumnos son nativos digitales y qué mejor que potenciar su destreza dotándoles de conocimientos, habilidades y herramientas. En el futuro, esto les permitirá adaptarse y también acceder a las profesiones más demandadas. Serán protagonistas de la evolución tecnológica.
La robótica como herramienta pedagógica consigue aumentar la capacidad de abstracción mediante procesos de análisis y síntesis y desarrolla el pensamiento lógico a través de la programación. Además, potencia el pensamiento crítico, el espíritu colaborativo, la integración, el respeto y las habilidades de liderazgo mediante el trabajo en grupo. También estimula la creatividad mediante el diseño y la resolución de problemas y mejora la expresión oral y escrita. Los alumnos se interesan más por la ciencia y la tecnología; todo ello mediante actividades lúdicas.
Aprender jugando no es algo baladí. La emoción y la cognición son procesos que van unidos y que se relacionan entre sí. Se atiende, aprende y memoriza más y mejor aquello que resulta interesante, aquello que nos hace sentirnos identificados; aquello que nos suscita emociones. No sucede lo mismo con lo que se presenta de manera monótona, lineal, cuando quien aprende no tiene un papel activo en el proceso.
En el Colegio Caude hemos decidido apostar por una línea de trabajo en la que se tienen en cuenta las últimas investigaciones en neurociencia, psicología evolutiva, cognitiva y estudios en el campo de las emociones. Sabemos que el cerebro infantil tiene una enorme capacidad para el cambio y para el aprendizaje, pero no hay que olvidar que una ley de hierro rige los acontecimientos neuronales: lo que no se usa, se pierde.
Nuestro cerebro, como vemos, está diseñado para la acción. Por tanto, introducir la robótica hará que nuestros alumnos desarrollen los distintos procesos de pensamiento. Por ejemplo, aprenderán a utilizar el método de ensayo-error de manera eficaz mediante la reflexión sobre sus observaciones.
La educación es un verdadero desafío constante que afrontamos con responsabilidad e ilusión.
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